Las historias siempre tienen principio, desarrollo y final, aunque no necesariamente en ese orden
Pues, vete…
Y lo hice. Pensé que tal vez estabas chiflada. Pero eras excitante.
Ojalá te hubieras quedado.
Yo también lo desearía. Dios, ahora desearía haberme quedado. Desearía haber hecho muchas cosas. Ojalá… ojalá me hubiese quedado, en serio.
Cuando bajé ya no estabas.
Me fui. Salí por la puerta.
¿Por qué?
No lo sé. Me sentí como un niño asustado. Me sentía con el agua al cuello.
¿Estabas asustado?
Sí, creía que ya sabías eso de mí. Volví corriendo hasta la hoguera, intentando vencer mi humillación.
¿Fue por algo que dije?
Sí. Dijiste: “pues, vete”, con tanto desdén, ¿sabes?
Lo siento.
No importa.
¿y si esta vez te quedaras?
Salí por la puerta. No me queda ningún recuerdo.
Vuelve y al menos inventa una despedida. Finjamos que la tuvimos.
(ESOTSM)
algunos diálogos no acaban cuando terminan
Comentarios
desorden: yo también hace demasiado que no la veo... casi tanto como hace que no la vivo...