Las letras ayudan a que los viajes sean más intensos
Las energías que Blanca era capaz de invertir en los méritos de otros podían ser inagotables y hasta milagrosas. Tal vez por volcarse tan generosamente en cosas exteriores a ella, pensaba Mario, le faltaba luego el empuje preciso para hacerse a sí misma, para llevar a cabo empeños personales que sólo habrían podido llegar a término por un esfuerzo concentrado de la voluntad. Poseía un don muy raro, el de admirar, y sabía explicar lo que admiraba y las razones por las que lo admiraba con tal convicción que volvía contagioso su entusiasmo.
En ausencia de Blanca (A.M.M.)
Comentarios
desorden: me entusiasma entusiasmarte, porque eso me entusiasma y me entusiasma entusiasmarme... (stop.)