la mujer que re-inventó Montauk

Yo era un ratón de campo. Tenía una nariz preciosa y las pestañas largas. Me comía las rajas de sandía con ansia suprema y me chorreaba el jugo hasta los codos. Luego vino un vampiro y me chupó el color y me convertí en sombra.     Se me peló la nariz, pero seguía teniendo unas pestañas muy largas, que sostenían pesadas las tormentas de tormento.                       Pasaron años y seguía en un lugar equivocado el círculo. Y el amor no todo lo pudo.  Quise mucho. Y me quisieron mucho también. Me equivoqué. Una y otra vez. Me fustigué hasta lo indecible. Me perdí. Más aún si cabe. Rendida me aparté y agarré lo único que quedaba en el saco. Acepté el fracaso. Lo abracé. Me abracé. Y ya no tenía ganas de irme. Ahora hay otro amor. Uno que no viene del lado ni de arriba, sino de dentro. Y que vibra potente y sencillo.y que no es rayo sino hogar. Ah, y sigo teniendo las pestañas largas.

Llevo un par de semanas muy feliz. No sé si es porque mi madre está aquí en casa, porque el tratamiento está haciendo lo suyo o por el puente en barcelona (o igual simple casualidad) Ayer me cancelaron unas clases particulares media hora antes del que iba a ser nuestro primer día. Así que, decidí ir al cine. Lazzaro Felice, en v.o.s. El cine Navas casi vacío, daba un poco de pena, pero estuve muy a gusto. La peli me moló. Y me moló ir al cine (hacía mucho que no iba) e ir sola. me encanta ir al cine sola. También le compré un jersey a una chica de España que hace pocas unidades o incluso los hace después de que se los encarguen (¿sabéis la cantidad de ropa que se tira o se queda sin vender? ¿las condiciones laborales de mujeres en fábricas de vete tú a saber dónde a miles o millones de km)... pues eso. Hoy la clase de pilates ha sido un fiasco. Pero nos hemos reído mucho. Equilibrio. Odio las planchas porque el bocao que tengo en la parte baja de la columna complica todo. Es

Llevo ya 4 días resfriada. Sin poder respirar. Le he dicho a A. que me quiero casar con él. Juro que en ese momento, era completamente verdad. Los momentos pasan. Eso también es verdad. Mañana me pinchan por dentro. En uno de esos sitios que nadie ha visto. Estoy asustada. He pedido ayuda.la imprescindible.me han dicho que sí. Me siento aliviada.salvada. Y sin embargo, pienso que cuidar es más que un sí. Es más una pregunta que una respuesta. El hombre del herbolario de la esquina de casa ha muerto. Hay un cartel diciendo que la tienda estará cerrada unos días. Hacía años que no entraba, desde que vi cómo trataba a su mujer (una mujer rubia de algún país del europa del este de buenas maneras y sonrisa inmensa a la que debía sacar al menos 30 años) Me daba tanto asco que decidí no volver a entrar nunca. Y hoy, me ha dado mucho frío en el pecho al leer esa nota. Esta tarde tengo que ir al número 20 de la calle de al lado porque al parecer se equivocaron al entregar un paquet