Elena veía la cuesta y se le antojaba demasiado dura: los kilos de patatas, los tomates, las sandías, las latas de garbanzos... no había un sólo árbol en kms a la redonda y el termómetro dejaba atrás ya los 39º
Silbó para que le ayudaran, pero los vecinos, sus propios amigos cerraban las puertas de sus casas. Se negaban a cargar un bulto; lo hacían por su bien, decían... porque ell@s la querían mucho y querían que... (¿cómo era?... ah, sí)... se valiera por sí misma. que fuera independiente.
Elena resopló y pensó (anda, la hostia... lo bien que les vendría un diccionario a éstos para diferenciar la velocidad del tocino) y con esas, se cargó el cubo de detergente en la cabeza y las bolsas y subió la colina haciendo malabarismos. Tardó más de media hora, pero lo consiguió. Sus 'amigos' tenían razón: (pese a todo) yes, she can.
Por la tarde, llegó Chechu (que andaba haciendo el mono con la bic i por esos lares) con la pierna a la virulé, dejando un reguerito de sangre bu...