Y qué le voy a hacer si no me gustan los tíos ñoños



Y, cuando menos lo esperas, llegan los fuegos otra vez a tu vida: los artificiales y los otros, también.
Y, me acuerdo del primer verano que sentía yo un fuego terrible por dentro, allá con ¿15? que ni el mar ni lo que hacíamos él y yo dentro conseguía descargarme la batería.
Sólo recuerdo que él era alto, tenía unos labios jugosos y unas manos gigantes (que ya disfruté en su momento), escuchaba extremoduro y debía ser bipolar, porque después de gastar algunos cartuchos en la cama o en el sitio que nos pillara, el tipo duro se convertía en una nube de golosina y parecía salido de 'el diario de patricia'. y hacía cosas estúpidas como regalarme un colgante metálico de mercadillo de esos que ponen 'te quiero más que ayer, pero menos que mañana' que me pareció algo tierno, sí, pero también muy hortera y que me hizo que se me deshiciera como un azucarillo entre los dedos... y Begusa empezó con terremotos mentales y agobios y al final... cogió las maletas y se piró.



Comentarios

dEsoRdeN ha dicho que…
jaja! Me parece a mi que los ovarios de begusa podrían patear muchos testículos hasta convertirlos en fina arenilla playera...

XD
begusa ha dicho que…
jajaja... no es para tanto (yo creo que es más la curiosidad que les puede a ellos y les lleva a meterse en cuevas que luego les resultan duras, oscuras o demasiado arriesgadas)

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