Siempre he preferido el reflejo de la vida a la vida misma. si he elegido pensar y sonreír desde los cinco años, está claro que es porque prefiero asomarme a la vida a través de momentos y sonrisas.
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Comentarios
Anónimo ha dicho que…
Sólo el hecho del título de tu entrada me sugiere y me fascina. 400 golpes o Una noche americana nos contemplan.
Los reflejos siempre son mejores, deforman, no son fieles y te ocultan lo que no quieres ver. Pero pensar y sonreír son dos acciones que en muchas ocasiones es imposible que vayan de la mano.
#1: casa... (pero yo creo que una casa no la sientes como tuya hasta que no estrenas...)
#2: orgasmo en tu nueva cama (de tu nueva casa): ooohhh!
y como de estrenar va la cosa...
#3: cheese cupcake en Las Manolitas (que ya están de vuelta): ñammm
#4: chaparrón con sandalias y rizos calados hasta escurrir
#5: (re-estreno) con Joan Antoni Melé... y mañana...
#6: beginners
*
*en realidad ha sido algo más que eso... ha sido un día Perfecto (lo haya dicho o no el hombre del tiempo)
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400 golpes o Una noche americana nos contemplan.