Confesión a Truffaut



Siempre he preferido el reflejo de la vida a la vida misma. si he elegido pensar y sonreír desde los cinco años, está claro que es porque prefiero asomarme a la vida a través de momentos y sonrisas.




Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Sólo el hecho del título de tu entrada me sugiere y me fascina.
400 golpes o Una noche americana nos contemplan.
neterature ha dicho que…
nos castigamos con palabras para luchar con palabras en un mundo de palabras y felicidad de palabras. y aún queremos más palabras.
Rick ha dicho que…
Los reflejos siempre son mejores, deforman, no son fieles y te ocultan lo que no quieres ver. Pero pensar y sonreír son dos acciones que en muchas ocasiones es imposible que vayan de la mano.

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