Baila conmigo

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No escribo.

Ni con manos ni con lengua. Sobre todo con lengua.

Algún bicho ha secuestrado mis cuerdas vocales.

Tú estás lejos.

No sé por qué me dirijo a ti. No sé por qué la segunda persona.

Es una manera de intentar llegarte aunque sea mentalmente.

Llevo varios días con ganas de llorar. Pero sólo lloré el jueves.

Luego me tomé un helado y fui a la playa.

El resto del tiempo sólo tengo los ojos húmedos. 

Todo parece tan ajeno. Hasta yo misma.

Quisiera abrazarme, darme algo de consuelo, de coraje, pero.

Estar triste es desagradable. Como la olor a vómito.

Nadie la quiere cerca.

He llenado de música el i-pod. Después de dos años en el cajón.

Quiero una piedra en el camino, un palo en la rueda. Que pare esta inercia tan feroz.

Quiero nuevas palabras, nuevas texturas. Quiero cercanías y luz.

Ayúdame a barrer los ciclones.

No me importa temblar.

Pero no voy a mentir.

Baila conmigo. No quiero que te vayas.