Este puente ha sido peligroso y movedizo... (y yo sin pastillas con sabor a coca-cola)... en qué estaría yo pensando... Y pensando, pensando entre restos y sobras (por ahora no mucho, no te preocupes)... me he dado cuenta de que todas las cosas acaban por volverse viejas cuerdas podridas, raídas e irregulares redes de pescar... ¿qué?... no sé... puede que plata o palabras o un kilo y medio de viento... y todo el mundo sigue sin saber mi nombre... ese que guarda mil haches mudas... y los momentos más tristes de mi vida son las llegadas... todas esas llegadas a una estación en las que bajas buscando con los ojos, con la boca... hasta con la respiración, pero son otros los que reciben el regalo... y no hay ningún abrazo para ti... y esta mujer no me gusta... pero las palabras no casan mal este día de rotuladores y bufidos