La chica del puente me ha hecho llorar, pero solo por el ojo izquierdo.
Beso, Beso.
Anónimo ha dicho que…
El ansia por que me ocurra algo cada día... creo que ese ha sido siempre mi motor. Me encanta la escena, aunque espero que no sea una analogía autobiográfica... besos
Anónimo ha dicho que…
has pensado alguna vez en las personas "sordas" q visitamos tu blog? sólo podemos saborear la mitad del cáramelo ;)
olguita, la chica del puente siempre hace eso... consigue que llores aunque no quieras. desorden, a quién no le haya corroído nunca el ansia por dentro pensando en que ocurra algo extraordinario cada día... no ha vivido realmente... Siempre hay algo de autobiográfico en todo lo que pongo... a veces el fondo, a veces la forma, a veces los colores... quién sabe el de siempre, una vez alguien me dijo algo cruel pero cierto: para la policía todo lo que no se denuncia no existe... no puedo pensar en esas personas "sordas" porque si no logro oírlas... me cuesta saber que existen.
Anónimo ha dicho que…
buceo y buceo... por ahí abajo hay más como yo... no soy único... ... ya ves, también puedo ser maquinalmente celoso :S
Por algo me gusta tanto el cine francés -justo hoy hablo de eso en mi cabaretito- porque tiene joyas como ésta. Gracias por este regalo audiovisual y por sus comentarios en mi reino. Su blog me parece muy interesante, begusa. Prometo volver y reservarle siempre una butaca en mi pequeño cabaret.
Dicen que desde la roca más alta del monte Ulía se avisaba a los pescadores de avistamientos de ballenas. Resulta que los tipos de mariquitas se cuentan por puntos. Tengo un morado en el brazo porque lOs enfermerOs tienen que saber más que nadie. sobre todo más que tú. Llevo un par de semanas con el cuerpo contracturado. ni pomadas ni pastillas. creo que mi cuerpo está cabreado. no me deja mirar a la derecha. Antes cuando algo era duro o agrio o pesado, escribía. No sé muy bien cómo. Sólo me sentaba y por el bolígrafo iba saliendo lo malo y me dejaba muy limpia. con el contador a cero. Ahora ya no. Se me han caducado las palabras o algo y ya no sé ordenarlas. Ahora canto a voz en grito y se me calla la cabeza. bien. Otras, escucho a Ricardo y me siento bastante balsa. bien también. A. dijo que no seríamos amigos, desapareció. Había dicho que nunca lo haría. Pero eso ya lo he oído yo antes. Y el después lo he vivido también, igual por eso en vez de herida hay vacío. Se borró. Pero...
Ya tengo 34. El último año ha valido por 4. Ha habido tormentas (algún diluvio universal) y sábanas limpias sobre las que tumbarse a descansar. He aprendido a estar sola. a disfrutarlo con alegría. También a abrir los brazos para que vengan l@s demás (bueno, esto aún está en perfeccionamiento) Me he quitado callos, miedos, traumas y mochilas. He aceptado que no puedes obligar a la gente a quererte (ni a ser mejores personas) He aprendido a aceptar palabras bonitas. a no matarlas. También he llorado mi cuerpo. y todas las heridas. Y me he dado cuenta de que I. tiene razón: soy una tía muy sensorial. Y lejos de etiquetarlo como desventaja, he decidido explorar ese terreno: abandonando corsés racionales y dejando sitio a la intuición. dando poder a la pantera. Aún no sé lo que quiero ser de mayor. Ya lo descubriré por el camino. Me espera un año de exploradora muy interesante. .
Cuando tenía unos 14 años, haciendo un ejercicio en clase de inglés, mi compañero de equipo de 2 respondió que su película favorita era Los puentes de Madison . Yo n o había visto la película, pero conocía el nombre y sabía que era (para mi yo de entonces) una peli ‘pastelosa’ No me creí por un segundo su respuesta. Éramos los únicos que sabíamos hablar inglés en clase. Él dijo: it’s my m o m’s fav. Luego dijo algo de que ella había muerto o estaba muy enferma, creo. Lo dijo tan… calmado, tan serio, tan ausente, tan como si no estuviera pasando nada de nada … que dudé si era cierto. No pregunté. No dije ni una puta palabra. Y ahora pienso… ¿qué clase de persona era con 14 años? Me pasé medio instituto enamorada de él. Aun cuando nos separaron, le seguía la pista. Me alegraba de que las cosas le fueran bien. Era moreno y tenía el pelo rizado y unos ojos color chocolate intenso . No recuerdo casi su cara. Pero recuerdo sus neuronas haciendo chispa con las mías. ...
Comentarios
La chica del puente me ha hecho llorar, pero solo por el ojo izquierdo.
Beso, Beso.
Me encanta la escena, aunque espero que no sea una analogía autobiográfica...
besos
desorden, a quién no le haya corroído nunca el ansia por dentro pensando en que ocurra algo extraordinario cada día... no ha vivido realmente... Siempre hay algo de autobiográfico en todo lo que pongo... a veces el fondo, a veces la forma, a veces los colores... quién sabe
el de siempre, una vez alguien me dijo algo cruel pero cierto: para la policía todo lo que no se denuncia no existe... no puedo pensar en esas personas "sordas" porque si no logro oírlas... me cuesta saber que existen.
por ahí abajo hay más como yo...
no soy único...
...
ya ves, también puedo ser maquinalmente celoso :S
Gracias por este regalo audiovisual y por sus comentarios en mi reino.
Su blog me parece muy interesante, begusa. Prometo volver y reservarle siempre una butaca en mi pequeño cabaret.