Y ahora la pregunta es hacia dónde voy
Ayer con I. fue más
raro que nunca.
Creo que fue la
primera vez que me vio enfadada.
También la primera
que me vio desnuda.
Abrir el cajón de
mierda no es fácil.
Es como una cebolla.
Empiezas a quitar capas y más capas y nunca pareces llegar a donde
quieres llegar.
Aunque saber a dónde
quieres llegar ya es un paso, ¿no?
(o igual son
chorradas derivadas de ‘lo importante es intentarlo’, puta LOGSE)
Sobrevivir no
siempre es fácil.
Hay monstruos que te
muerden los pies.
Las noches alimentan
los monstruos.
Envidio a la gente
que duerme todas las horas. Todas las noches. Una tras otra.
Hoy me he enterado
que P. se va. Definitivamente.
Hacía tiempo que no
daba un abrazo tan de verdad. Con una fuerza inabarcable.
No he tenido tiempo
de pensar, mis labios atropellados han dado las gracias en voz alta:
‘me alegro mucho haberte conocido’
La gente viene y va.
Aunque de alguna manera, ciertas personas no se van nunca. Y es lo
mejor de la vida.
Le he deseado mucha
suerte. Espero que sea rabiosamente feliz.
Y ahora la pregunta
es hacia dónde voy yo.
Comentarios