Saliva en la boca
He estado años sin
desear nada. Más años de los dedos que tiene una mano entera.
De repente le dieron
al botón del off. Me dejaron (me quedé?) un poco muerta.
Luego llegó la
lluvia que limpió el barro
y también llegó el
fuego y el crack.
Y ahí estaba yo.
Yo.
De repente surgió
en mí una forma cálida y luminosa.
Un deseo fuerte y
jodidamente bonito.
Lleva casi un año
huyéndome.
No sé de qué
manera abrazarlo.
Igual es kamikaze,
pero sigue intacto.
Soy yo la que está
un poco más triste.
Comentarios
desorden: desear es estar viva. el problema es que las cosas no son tan fáciles de conseguir como en el patio del cole. y eso, a pesar de los años que calzamos... cuesta asumirlo a veces ;)