Qué cachonda
- Todavía recuerdo el primer regalo de cumpleaños que le hice... sonrío con sólo pensarlo. Este año le había preparado una declaración de manos...
- Pero, señorita... ¿usted a qué ha venido?
- Vengo a poner una denuncia: me han robado la verdad de unos versos.
- ¿Cómo dice?
- Dice:
Tibiamente los años
nos descubren
que nada existe ya sin tu sudor y el mío,
que somos todavía demasiado solemnes
cuando nos sorprendemos
temblando de pasión,
llenos de instinto mal disimulado.
Comentarios
Y si, algunas veces desgraciadamente sucede, con el paso del tiemp la verdad verdadera deja de serlo.
sí, como decía aquel: sucede que a veces...