blow the candles out


No voy a tener mi  cámara de fotos rellena de fresa, ni decenas de botellas de cerveza amontonándose por todos lados. No habrá capas y capas de maquillaje, ni vestidos imposibles, ni llamadas irritantes, ni sonrisas de mentira, ni regalos de amigos que nunca te conocerán. No habrá miradas al pasado, ni tradiciones, ni basura que barrer... y por suerte... tampoco habrá vacío ni vértigo estomacal al final del día.

Habrá un pastelito amarillo con una sola vela, que soplaré probablemente con las mismas ganas que con 5 años. Y meteré el dedo en la nata o puede que la puntita de la lengua. Me felicitará gente nueva: algunas madrileñas, un bengalo(lo)ndinense, un malí y seguro que gente que todavía no conozco. (Porque mi vida ahora es un continuo cruce con gente nueva a la que me acerco desarmada y a la que conozco con letras y con verbos que no pertenecen al idioma que hablan la mayoría de los idiotas)
Por la tarde me tumbaré en un banco de piedra al lado de la fuente y escucharé el zurrir del agua... y luego haré una excursión al río para brincar y chapotear con rabia o nostalgia (depende lo que triunfe en el momento). Y me cabrearé con esas hormigas talla xs por morderme!
Iré a la montaña y en todo lo alto, respiraré hondo y me sentiré libre. Libre de verdad. Pensaré en la cantidad de gente que cree sentirse libre y... joder, no tienen ni puta idea. Y me sentiré afortunada.
¿En mis circunstancias?
Pues sí... me siento más feliz que nunca.


preparada?
lista?
y...
sopla!

Comentarios

dEsoRdeN ha dicho que…
Felicidades! (más por lo de sentirte libre y feliz que por lo otro, que es más convención social algo vacía de significado real...)

Entradas populares de este blog

La cuestión no es querer o no querer, la cuestión es cómo hacerlo

Definiciones en diccionarios triangulares

Ulía