Confesiones a voz en grito
No quiero alejarme
ni que acabes huyendo
no quiero pedir cita
ni psicología barata
no quiero tener que soñar
ni ese odioso vestido de césar
no quiero más planes en un cajón
ni enfados y malas burlas
no quiero hacer cola para besarte
ni que se te quiten las ganas de inventar
no quiero dejar de cantar por las calles
ni pasarme la parada
ni dudar si estarás.
No quiero pintar ninguna buhardilla
si no vas a llamar a la puerta.
(a ver si te enteras)
Comentarios
que en realidad no pasaba nada,
tuve que bajar la cabeza
para evitar tu mirada.
Y mi vida sería más sencilla
si consiguiera explicar lo que pasa,
no tendria que estar de rodillas
suplicando las palabras.
Que las cosas cuando se estropean
es muy difícil arreglarlas,
lo que hoy te trae de cabeza
se habrá pasado mañana.
Tiraste una piedra en el agua
y vi las ondas que se acercaban
pero nunca escucho, nunca atiendo,
nunca me entero de nada.
El día que nos fuimos al bosque
con tu caja de trucos de magia
enseguida se hizo de noche
y tú dijiste que te quedabas.
Yo era joven y fuerte entonces
y no sabia lo que me esperaba,
pero recuerdo que prometiste
que ibas a estar por la mañana.
La próxima vez que te vea
no va a servirte la misma trampa
y tendrás que hacerte a la idea
de que lo nuestro no se acaba.
Lo vi en una de esas películas
de las que a ti tanto te gustaban
pero nunca escucho, nunca aprendo,
no sé que pasa que nunca me entero de nada.