Ayeres, aullidos, arañazos y orgasmos
Julia está enamorada de Ana.
Pero Ana se fue y, aunque viven en la misma ciudad, aún no ha vuelto.
Julia ha malaprendido a vivir sin Ana, pero aún no ha aprendido a vivir sin ella misma.
Sin la que era y ya no.
Y los lunes va a llorar a un rincón lleno de graffiti y de yonkis a ver si de rebote la pinchan y ni aun así...
y los miércoles se acuesta con su vecina de arriba porque Silvia le quita las ganas de llorar. Y la hace reír.
Y Julia ya no se acordaba de lo que era reír, ni que alguien la mire con cariño y sin soga, ni pasar un sólo día sin mirar de reojo el balcón.
Y se siente culpable y se autoflagela quizás, para intentar no olvidar que es buena persona a pesar de los orgasmos.
Comentarios
desorden: me gusta tu asignatura... orgasmar... yo pondría asignatura de cunnilingus con práctica y que la nota dependiera del placer que sintiera la voluntaria...jajaja... pero dicen que soy muy bruta (no sé)