Sin pedir permiso...
Hay gente que llega como hormiga.
A pasos cortos y sin hacer polvareda.
Como si nada.
Y como si nada te araña.
Inventa colores nuevos.
Levanta el suelo unos 15cm.
Y tú no piensas.
Sólo soplas como las niñas en su cumpleaños.
Creyendo que a lo mejor.
Y te caes.
Y luego empujar al invierno
para que no invada.
Pero invade.
Y la nieve no deja de ser blanca
por mucho que tú reces a una virgen
o te tapes los ojos con las manos.
Escóndete, cállate, corre!
Da igual.
Te van a seguir picando las manos.
Y los amores ajenos tienen eso:
que te quieren por encima de todo
pero por debajo a veces
sólo hay vacío.
Amores huecos.
Y el frío llega para quedarse.
Sine die.
Adrianovick. Tú no eres ruso.
Y yo soy una canción: ésta.
(Escúchame algún día)
Ve tranquilo.
Vacía el estómago y los ojos.
Que tus días sumen. Y sumen bien.
Yo me quedo aquí.
Al otro lado de la orilla.
Y no olvides que algunas cosas no las puedes pedir.
Que yo para quererte no te necesito.
Y puedo echarte de menos sin pedir permiso.
Comentarios
darío: probablemente... y a veces, en esa hora en que el sol amenaza con irse... una echa de menos algunos abrazos... hay ausencias que... joder cómo duelen!
desorden: jajajaja... los imposibles también son necesarios ;) (escucha ésta... igual habiendo penes de por medio... te gusta más ^^ https://www.youtube.com/watch?v=CRgyYiuWIjA)
desorden: ves?... sabía yo que con penes de por medio... la cosa cambiaba :P
p.d.: un poco cada día :*