Cenefas que te salvan
A veces me irrita el pájaro y repía.
Bicho impío.
Me sobra la gente que no quiero.
Y a ratos
la que quiero también.
Y soy tan mala gente.
Que al final me sobro hasta yo.
Y el espacio se reduce.
El aire vicioso y usado,
que pesa,
ahoga y no deja salir.
Aire carcelero.
Encogida y afónica.
Muda. Invisible.
Y si soy invisible. No tengo nada.
Y nada pierdo.
Así que me escapo y huyo...
a ver si así siento frío
o valor
o ganas de volver.
Las gotas de agua en la piel... como pequeños milagros.
Comentarios
darío: sí, y muchas veces por el camino ni nos cruzamos.
hiro: (nota mental: eso sí... cuando vengan a salvarte... no tires hacia abajo, coño!)
desorden: me alegro. yo no sé cuando sobro. igual por eso luego. ;)