igual porque me agrandas
Soy suave como soplo sobre carne desnuda.
la tuya.
y expansiva como palmada.
pero no de esa mayoría.
no de ésas que se dan por motivos estúpidos
y van acompañadas. en multitudes.
Sino de ésas que a veces explotan
en sitios equivocados
que nacen sin abrir la boca
ni mover ficha. de repente.
quizá porque sentimos que necesitamos salvarnos...
o para que del mundo no desaparezcan los azules.
O por puro absurdo.
Igual para distraer atenciones del pecado que nos asoma en el labio.
Igual porque existes. Y eso... es suficiente.
Comentarios
Saludos
J.
darío: imagina, imagina...que es de lo más sano (e interesante...) ;)
José A. García: y tanto!
desorden: gracias! :*