la pierna vendada
La chicharra se subió al púlpito. agarró el micro. carraspeó patosa delante de tod@s. y dijo: 'hay llamas que ni con el mar'. y luego, desahogada, señaló vengativa: 'la culpa es de la estrella de mar...
porque su belleza te hace soñar.
y hasta que no la tocas, no te das cuenta de que está vacía.
no sirve para nada.'
nadie le hizo ni puto caso.
y se volvió a subir a su tejado.
había muchas estrellas en el cielo esa noche.
y hasta que no la tocas, no te das cuenta de que está vacía.
no sirve para nada.'
nadie le hizo ni puto caso.
y se volvió a subir a su tejado.
había muchas estrellas en el cielo esa noche.
Comentarios
Besos redondos.
desorden: y que lo digas... y cuando va acompañada de un buen cerebro... es la perdición
besitos salados,