Otra vez esa sensación

-Abre los ojos.

-Oh!... es increíble.

-Ven, vamos a sentarnos.

-Nunca pensé que fueras a traerme aquí de verdad…

-¿Me vas a dar el beso que me prometiste?

-Sshhh… no seas impaciente.

-…

- Tenemos todo el día para saldar todas las deudas que tenemos.

Él se sentó tan cerca que el viento casi no podía partirlos por la mitad.

Ella pudo rozarle la mano con su tímido dedito.

Él estuvo callado. En su sonrisa se leía la tranquila satisfacción de haber llegado por fin a montauk.