la cabeza llena de pájaros
Yo era un ratón de campo. Tenía una nariz preciosa y las pestañas largas. Me comía las rajas de sandía con ansia suprema y me chorreaba el jugo hasta los codos. Luego vino un vampiro y me chupó el color y me convertí en sombra. Se me peló la nariz, pero seguía teniendo unas pestañas muy largas, que sostenían pesadas las tormentas de tormento. Pasaron años y seguía en un lugar equivocado el círculo. Y el amor no todo lo pudo. Quise mucho. Y me quisieron mucho también. Me equivoqué. Una y otra vez. Me fustigué hasta lo indecible. Me perdí. Más aún si cabe. Rendida me aparté y agarré lo único que quedaba en el saco. Acepté el fracaso. Lo abracé. Me abracé. Y ya no tenía ganas de irme. Ahora hay otro amor. Uno que no viene del lado ni de arriba, sino de dentro. Y que vibra potente y sencillo.y que no es rayo sino hogar. ...