Es martes. Ayer fue lunes. Lo sé por el calendario. Pero ahí fuera todos los días son iguales. Son días ajenos. Como calles puestas para que las pisen otr@s. Otr@s que no somos tú yo.
Es primavera. Y yo asocio el calor con tus gafas de tigre. Y con pasarlo bien. Un mundo en que el comecocos se zampa los puntos de la línea espacial. Y nos deja muy juntos. El aquí-y-ahora como baldosa salvavidas. La mía. La semana pasada tomé una horchata de almendras. Y compré 3 libros. También dibujé mis primeros pulmones. Pero no saben coger aire. Qué cruel es respirar sin ti.
Tengo 38 de fiebre. Y quiero que sepas que me he puesto un vestido y me he quitado las bragas. Y he bailado con esta canción que me vuelve loca. y tú también. Y he saltado y me he visto el coño en el espejo. Y me he masturbado y he apretado mucho el culo al correrme. Y sólo faltabas tú para hacer gestos estúpidos conmigo. Y perderle el respeto a los cuadros y al vecino.
Dedos llenos de sangre. De tinta. De flujo vaginal suave como el espumillón sabor dulce como la leche olor a ácido incipiente como el aceite de almendras o las derrotas que un@ elige.