la mujer que re-inventó Montauk

  Arrástrame hay violencias imposibles promesas, vaivenes... miedos en el labio y en el rabillo del ojo que se vuelve y vuelve... y que vuelva! sin vulgaridades sin eufemismos ni reservas sin trampas que nos sobre la soberbia y el dolor que (nos) provoca tú y yo, pájaros viajeros atracando tierras con vientos valientes en el vientre verdades feroces que conquistar no cansarnos de soplar estrujar el lecho parir el dolor y echarlo a rodar quitarnos de encima el sepulcro a golpes y al final, abrazarnos abrazarnos siempre.

(sustantivo masculino plural): son las ganas que tengo de acostarme  contigo multiplicado por las opciones que tienes tú de acostarte con otras.

Nos ha tocado vivir la crueldad del después. Los restos de la fiesta. Los vasos rotos. Los botellines de cervezas sin etiqueta. Alineados. Vacíos. El olor a alcohol y a marea humana. Las colillas. La resaca. Los cuadros torcidos. El sabor a metal y a pus en la boca. ¿Y antes? ¿y el antes? Nos han robado lo mejor. Casi no nos dio tiempo a pisar el principio y ya nos han soltado en los restos de un naufragio que no provocamos, y que, pese a todo, no elegimos.

 Con g de lágrima.

Saberte cerca. Y no olerte. Pensarte ayer con la pena de los interrogantes. Con los 'y si' haciéndome presa clavándome las uñas en la garganta hasta levantar piel hasta dejar marca encadenándome ciertos tiempos verbales perversos. oscuros. Saberte cerca. Y no morderte. Pensarte mañana con el miedo de casualidades que se rompieron o dejamos caer estúpidos en la frías aceras Y que si ayer me quisiste mañana... ...Dentro de mim o castigo Eu nao te quero Eu digo que nao te quero E de noite...  

 En realidad lo que somos es una masa palpitante de ansiedad,  de deseos,  de repugnancias,  que necesita amor y atención,  y que vive aterrorizada por la muerte.