Te imagino a ti, tan alto y delgado, con un chubasquero amarillo en la puerta de cualquier bar, en mitad de una playa, quieto. Dejándote calar hasta los huesos y pensando en vete tú a saber qué. Algo maravilloso e intenso que no puedes compartir con cualquiera. (en algo que definitivamente no compartirá conmigo)