la mujer que re-inventó Montauk

A veces me subo encima de la cama y bailo como si quisiera romper los muelles del colchón... me gusta que se me suba la falda hasta la nariz y que los rizos se mueran por enlazarse con las ramas de la lámpara hortera que eligió mi madre para el cuarto cuando tenía 5 años... me gusta coger la bici y girar y girar ruedas, pedalear con ansia y violencia como si quisiera que se me desencajaran los tornillos imaginarios de las rodillas... me gusta tumbarme en el suelo fresquito y simular el movimiento de las olas... o agitarme quasi espamódicamente al ritmo de un tambor... me gusta a veces el "masoquismo" de palmearme por todo el cuerpo hasta que me palpitan las yemas de los dedos... me gusta oler... olerlo todo... desde tu sudor hasta la despensa... me gusta echar la siesta los miércoles de lluvia y dejar la ventana entreabierta para ver si me cae alguna gotita en el ombligo...mmm... y hablando de ombligos... esta canción...mmm...

Me gusta la gente que no lleva relojes. me gusta la gente que es feliz, de manera inevitable, con las mayores insignificancias diarias. me gusta la gente que sabe que nunca sabe suficiente. me gusta la gente que no aspira a saber nunca lo suficiente. me gusta la gente que no tiene límites mentales de hierro forjado. me gusta la gente que sabe decir cosas tan espinosas a veces como "lo siento" o "perdón" o "te quiero" o "no te quiero". me gusta la gente que sabe aprender de los varazos del pasado sin llevar consigo la vara como recuerdo. me gusta la gente que sabe sonreír. me gusta la gente que quiere sonreír. me gusta la gente que se pierde por los caminos. me gusta la gente que está un poco loca. me gusta la gente que sabe que no va a poder cambiar el mundo y aun así, es lo suficientemente obstinada o inocente como para intentarlo. me gusta la gente que no monta dramas ni se pelea por tonterías. me gusta la gente que puede pasarse un día sin pro...

Últimamente he esado pensando en analizar desde una óptica diferente la literatura (o será mi vida?): "Asomaba a sus ojos una lágrima, y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino, ella por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: ¿por qué callé aquel día? y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?" Conclusión: Que te jodan. P.D.: (me flipa que después de tantos años... me sigan grabadas tantas letras...)

Libertad no conozco sino la libertad de estar presa en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío (L.C.)

He aprendido lo importante que puede ser un minuto. He aprendido que a veces no merece la pena que te enfades (aunque lo hagas). He aprendido que porque a ti no te encaje el puzzle, el mundo no va a parar de moverse. He aprendido que la casualidad más estúpida, puede cambiarte la vida. He aprendido que porque alguien no te quiera como tú quieras, no quiere decir que no lo haga con todo lo que tiene... o incluso con todo lo que es... He aprendido que a veces resulta mucho más duro perdonarte a ti misma, que recibir el perdón del otro. He aprendido que las palabras no necesariamente acercan. He aprendido que las experiencias pueden haber influido en quien eres hoy, pero el coraje tiene la llave de quien serás mañana. He aprendido que no hay oportunidades perdidas, sino una mala elección de momentos. He aprendido que puedes llorar delante de otra gente (y también pedir abrazos) He aprendido que saber sonreír es más importante que tener razón. He aprendido que el tiempo no lo c...

De noche, cuando estés dormido... me vestiré de heroína de cómic, me pintaré una potente y kilométrica raya con el eyeliner y dejaré a los rizos liarse a puñetazos con el aire.. me enfundaré un ajustado traje negro y unos tacones de vértigo y... saldré a recorrer con mi moto supersónica la oscuridad para salvar el mundo otra vez sin que nadie lo sepa... come on, boy!

Y una aprende que el orgullo a veces te salva de mediocridades, pero otras puede robarte las alas... que las risas y los chapuzones son más importantes cuando se van... que no se puede ir toda la vida a pecho descubierto y pretender que ninguna bala te alcance en el campo de batalla... Y una acaba aprendiendo que a veces los 'te quiero' más grandes (o los más jodidos) son los que te callas... o los que te permites pronunciar en momentos ridículos (como si de una producción masiva de donuts se tratara) para vaciar un poco la boca... y las ganas...

Cada vez que nos dan clases de amnesia como si nunca hubieran existido los combustibles ojos del alma o los labios de la pena huérfana cada vez que nos dan clases de amnesia y nos conminan a borrar la ebriedad del sufrimiento me convenzo de que mi región no es la farándula de otr@s ... el olvido está tan lleno de memoria que a veces no caben las remembranzas y hay que tirar rencores por la borda... (mario)

pero a veces un concierto fallido, tabaquil y cansado de un sábado noche... puede derivar en un domingo con búsqueda efectiva... y aquí está la canción: Y ahora sólo queda quitarse los zapatos y deslizarse por la vida... fium...

Voy a poner un cartel en la puerta de mi casa: prohibido el paso a cobardicas aburridos. Haré la maleta y me piro defintivamente a montauk... ya no puedo vivir en otro sitio... Quiero croissants y flores rojo maderizo... Castillos de aire. Saltos para afuera y sin edad. Besos al derecho y al revés. Y sin detergentes. Sentir las hojas secas crujir o la arena entre los dedos de mis pies o restos de hierba entre tu pelo. y re-tozar... Ver bosques, olerlos, palparlos, gastarlos... Cosquillas en el sofá... o en el armario. Lavar las sábanas. las que yo elija. blancas quizá. Guardar la imaginación de la niña que se esconde bajo mi falda y mis uñas rojas. Patinar los día 12 de cada mes. Comer cerezas a cualquier hora. Correr a espuertas por esquinas y nortes. Y compartir... compartir... ¿contigo? No estaría nada mal.