la mujer que re-inventó Montauk

-Devórame. -No tengo hambre. -Me vestiré de oveja y balaré para ti. -Ya hemos hecho eso otras veces. -Te haré el numerito del cervatillo perdido en el bosque. -Psche... -¿Qué nos pasa? -... -¿Se puede saber qué nos pasa? -... -¿...? (Zoom. Detalle. Una lágrima)

Los días siguen sin saber comerse las ganas de meterme en uno de los cuadros de tu jersey he de confesar que cada segundo impar me desespero de tanto esperar y va desapareciendo la bolsita de nubes que compré para los tés que algún día compartiremos.

Sueño que sueño que sueñas conmigo y en tu sueño nadie puede soñar Porque el sol le dio calabazas a la luna y llorando se fue por el horizonte 23 Llevamos seis días sin ver las estrellas, la gente empieza a encoger de tristeza Y yo tomo pastillas azules para que se me enfríe el corazón Ahora mismo voy a salir de casa, a dar un portazo Y a ir urgida y desesperadamente buscando besos por doquier Necesito encontrar un príncipe-mago que sepa volverme blanca y redonda.