la mujer que re-inventó Montauk

Dice Aurélia que el mundo se divide en dos tipos de amantes: los que lamen para entrar y los que lamen para dar placer. (Yo antes consideraba también el grupo de los que lamen por miedo y de los que, simplemente, no lamen... Pero igual va siendo hora de reducir opciones...)

Me gusta Quique porque me ensancha las vías respiratorias, porque me intriga pensar de qué color serán las sábanas de su cama, porque me hace cerrar los ojos e imaginarme en un coche con las ventanillas bajadas, los ojos claros de quién yo me sé a la izquierda, las gafas rojas y un frappé (o sucedáneo) bien frío en el salpicadero... y no conozco más libertad que el viento violándome los rizos... Me gusta Quique porque me folla entera: desde los oídos hasta las entrañas... y, como si nada, sin pedir siquira permiso y probablemente hasta sin pretenderlo

Si la novela rosa es cosa de mujeres.... ¿el romanticismo sabe a coño?

Yo, cuando tropiezo, no siento esa vergüenza terrible que hace que te levantes de un salto sin ni siquiera pararte a pensar si te has hecho daño (y esto, en mi caso, es aplicable más allá de las caídas físicas)

Luis: Y ¿cómo sabes que estás enamorado? Henri: Porque cuando la miro... la veo. Cuando miro al resto de mujeres sólo veo cacerolas.

Me voy. Sin despedidas, ni suspiros inquietos. Este año no habrá llamadas. Ni fotos fingidas. No necesitaré comprarme un vestido nuevo. Le he dado la espalda a las sonrisas con ecos roncos y arpías. Me gustan los amores que no necesitan cuadricularse ni firmar convenios ni ponerse condiciones, pero que te pesan un quintal (etéreo) y te arrugan en alguna parte del cuerpo (poco importa si en el estómago o en el dedo gordo del pie). Van a ser unas semanas duras, pero decisivas. Prometo que no voy a callarme por piedad (ni a hablar por requerimiento o chantaje). Prometo que no voy a mentir. Si alguien intenta explicarme la moraleja de un desencuentro: lo muelo a palos. Si me siento triste y no quiero que me vean llorar o de repente el mundo se me torna insoportable, subiré corriendo las escaleras que conducen a los corredores y meteré la cabeza en una bolsa de papel marrón (como esas que utilizan en las pelis americanas para llevar la compra). Aunque

quiero escribirte mensajes satánicos en la espalda con un bote de nata y luego borrar mis pecados con la lengua me gusta esperarte en el polo norte sentada en la nieve y jugando al poker con un oso polar (para que veas que el frío no siempre puede con todo) (pero tú en el fondo ya sabes que soy una marciana que se llena de energía dando besos de mariposa)

Siempre he creído que una relación de verdad no es sólo ir al cine un rato o buscar viajes sin esquinas o despedirse sin fecha y tan contentos... ni olvidarse entre los decibelios de un concierto 'cool'... no es sólo follar con rabia o saber el número de pie de la otra... para una relación de verdad hay que estar... y sobre todo: hay que querer estar... Supongo que hay cosas que no se pueden evitar. Supongo que no siempre se puede estar enamorado. Y supongo que el significado de estar enamorado depende de cada persona (o de la persona destinataria en cuestión).

Querido interrogante: Si algún día te enamoras de mí de esa manera que hace que quieras ponerle un monumento a mi coño... (no, no, no... esto no era así) Querido interrogante: Si algún día te enamoras de mí de esa manera que hace que quieras llenar la pared de fotos.... prométeme que iremos a Sebastopol. Desde que era pequeña he soñado con hacer un viaje allí. No sabía dónde estaba, ni qué había en Sebastopol... pero sólo el nombre me tenía hipnotizada. Puede que la S se me antojara escurridiza (o que me recordara a un tobogán retorcido). Y ese 'pol' al final me sonaba a chapuzón limpio y con ganas. Y a Sebastopol me gustaría ir con una persona a la que quisiera normal, ni mucho ni poco: lo justo. Y viceversa. Porque solamente con una persona que pueda quererme unos días más y otros días menos, Sebastopol sería una aventura interesante.

Dicen que el sordo cree que los que bailan están locos

No quiero dormir sin tus ojos, no quiero ser sin que me mires: yo cambio la primavera por que tú me sigas mirando. (p.n.)

Este año no he mandado postales, ni comprado regalos. no tengo el corcho de la pared lleno de recetas imposibles, ni nada que recuerde a la navidad en toda la casa. este año no ha sonado el teléfono, ... ... ... no hay escapadas, no hay dulces, no hay familia. este año no habrá discos de vinilo, ni momentos estúpidos. este año es un 'pause' imprevisto, (quizá inadecuado... Y yo mientras, me dedico a ver casi obsesionada, fotos de nieve como si quisiera que el frío del papel me llegara a las orejas.

Esta canción siempre me recuerda que con los ojos cerrados también sigo siendo yo. Y en el fondo no está mal ir probándose los años con zapatillas y vaqueros y guardar en fotos las heridas de pirata y seguir intentando volar cada noche como aquel chico que creía que tenía superpoderes.

A veces me pregunto cómo fue que me volví idiota de repente (supongo que una noche entraron en casa y me robaron el cerebro... pero no me debí dar cuenta, porque seguí haciendo mi vida como si nada hubiera pasado)

Tengo 83 años y no he averiguado todavía si la vida es un acertijo o una trampa (León Felipe)

Me gusta imaginar que si algún día me voy dejaré todas las paredes vacías tétricas tanto que no tendrán ni sombra; me gusta pensar que me marcharé y seré capaz de cerrar la puerta con decisión; en el cuarto no quedarán más que ecos desquiciados y esquinas huesudas ambiente ácido tanto como tus ausencias... me gusta saber que tienes suficientes corazones de respuesto para tirar a la basura sin miramientos los barcos de vapor con los que nos follaríamos el mundo entero o centrifugar todos los 'te quiero' que nunca tuvieron fuerza suficiente para enamorarte

Conforme empiece la B a escaparse de tu boca... ya me empiezan a temblar las piernas. Hay qué ver cómo suena el nombre de una en labios del otro...

Es increíble como a veces un gesto tan sencillo puede transformarse en una sonrisa, en un sí, en un viaje en cueros y con capa de superheroina sobre toda la ciudad de edificios chicharra, en el placer de un capuccino extra de espuma, en cantar vociferando la última canción que no te sacas de la cabeza... o en la frase con la forma necesaria para empezar un cuaderno de viaje.

No tengo sonrisas cruzadas, complicidades con canela, latidos a destiempo o desubicados o con bandera blanca; no tengo compases en 6/8, ni relojes sin cuerda (y con mucho amor); no tengo sorpresas, ni manos cercanas, ni rizos revueltos; no tengo camiseta mojada ni besos sin escurrir; no tengo viajes a 100km/h y gritos en el cielo; no tengo polvos en sitios improvisados, inadecuados, imprevistos, inacabados (ni orgasmos en latín); no tengo escalofríos ni abrigos de piel ni de brazos (gigantes); no tengo respiraciones, ni nucas, ni narices despistadas; no tengo simplicidades, ni pronósticos cercanos, ni llaves; no tengo síes y... tú no tienes tiempo (o tal vez ganas).

No hay cosa que me joda más que ese tipo de personas que abren puertas para entrar en sitios donde no se quieren quedar.

¿Qué es más importante: querer o que te quieran?

Soy una de esas pocas personas a las que no les cuesta contar sus defectos. Tampoco es que necesite escarbar mucho para encontrarlos. Y siempre cuento con la ayuda de l@s demás. Si preguntáis al de al lado, dirá que soy aburridísima (y si no lo hace, os estaría mintiendo... sin duda). Este blog siempre recibe comentarios de desconocid@s (nadie que sepa de qué color tengo los ojos o hacia dónde tengo torcida la nariz se atreve a escribir aquí.. a pesar de que yo les he dejado claro que no me enfadaría). Y probablemente esos desconocid@s dejan su huella intrigad@s por la posibilidad de que detrás de esas entradas a veces (sólo a veces) algo ingeniosas/ocurrentes/conciertoencanto/simplementeraras se encuentre una persona fascinante.... pues no. Siento mucho decepcionaros, pero no.

Querer más no implica querer mejor; aunque si te quieren poco, es difícil que no te quieran mal.

Como quien no quiere la cosa. Ninguna cosa. Boca cosida. Párpados cosidos. Me olvidé. Adentro el viento. Todo cerrado y el viento adentro. Hay, en la espera, un rumor a lila rompiéndose.Y hay, cuando viene el día,una partición de sol en pequeños soles negros.Y cuando es de noche, siempre, una tribu de palabras mutiladas busca asilo en mi garganta para que no canten ellos. Alejandra Pizarnik .

M es a veces un tobogán, un elefante o un hilo destensado y revoltoso. M es muy importante porque es valiente. M sujeta con vehemencia al mundo por sus enclenques patichuelas. Sin pensar. Pero... ¿y si un día se le olvidara cómo hacerlo? ¿Y si un día M decidiera largarse? El mundo se rompería...

Esta ha sido la semana de las sorpresas. O de las primeras veces. La primera vez que me quedo embobada mirando a un camionero que conducía leyendo una revista sobre el volante. La primera vez que veo a una chica con la mano en el bolsillo trasero de los jeans de otra chica. La primera vez que me rasco los ojos de incredulidad viendo a un futbolista símbolo testosterónico de la primariedad pidiendo violencia cero entre h y m. La primera vez que escucho más de 10 segundos seguidos a Bigas Luna y descubro que es un antitaurino hijoputa. La primera vez que me paro a lo que sería pensar pero sin pensar... y sonrío. Sonrío porque se me han pasado los días volando.

You can't imagine how I love this song...

Marc decidió el significado del adverbio tarde Marc decidía cómo y cuándo había que hacer el amor Marc decidió que era bueno ver amanecer Marc decidía lo que era divertido y lo que no Marc decidió que él abría la boca y nadie más Marc decidía si se entraba o se salía Marc decidió que los orgasmos de Elsa no eran importantes Marc decidía de qué color tenían que ser las paredes Elsa lo quería. Y no lo entendía. Elsa se preguntaba por qué seguía ahí quieta.

Si me pongo la camisa sin sujetador promete que me llevarás a un sitio de esos que huelen a vainilla si me corto las pestañas y las preguntas cómprame una pizarra con una tiza muy blanca em-polvorada si aprendo a tocar la guitarra no uses más calcetines de algodón blanco si dejo de llenarte la casa de amapolas me desatas del radiador de tu cocina si entiendo que estoy ocupando la silla del culo de otra no vuelvas a masticarme los sueños con la maldad de quien no se atreve a mirarse al espejo porque tiene miedo de verse en las cejas y los años que ha olvidado cómo enamorarse

A veces mi culo necesita sentarse en un banco algo arrugado a ver partir los trenes que no me convencen antes solía llorar sin utilidad... y a sabiendas con verdaderas ganas (de esas que incluyen en la escena caja de pañuelos y todo) ahora me despido de ellos comiendo palomitas o bebiendo cerveza los dientes al viento y diciéndoles adiós a brazo entero...

Enzo: Tenías razón. Jacques: ¿En qué? Enzo: Abajo se está mejor... Mucho mejor.

Cuando estoy azul o brumosa me gusta mucho bajar las escaleras muy deprisa (tanto, que mis pies desaparezcan) y me cierro los sentidos y me imagino acariciándote con una espiga y árboles sin hojas, sólo ramas... desnudas nunca he tenido las uñas largas ni el coraje lo suficientemente gordo como para presentarle al mundo mi nuca pero me gusta pensar que si alargo la mano puedo ser yo quien le dibuje las pinceladas grises a la luna... ¿dónde están los pañuelos de tela? ¿los relojes parados?... (lo siento, una vez que lo he visto no me he podido resistir a ponerlo)

Nieve: ¿Por qué no te has defendido? Espada rota: Para convencerte.

(and lemons are rotting in the fridge, the drawing you left this morning on my back is dropping out, the promises are throwing themselves from the shelf, and I feel so confused and rude and yellow whenever I masturbate on the sofa)

Ayer me di cuenta de que las persianas cerradas pueden ser una lección muy importante... que me da lo mismo con quien te quieras acostar (si no es conmigo)... que lo que más frío da en el norte... no es el frío... Ayer me di cuenta de que siempre rompo todas las fotos porque se me indigesta el pasado (por muy pasado que esté)... que para mí la felicidad tiene sabor a chocolate y beso sincero, a diálogo de manos... a simplicidad. Ayer me di cuenta de que quiero un corazón que sea como un cohete espacial...

Odio los coches que pitan por pitar; odio estar sola los domingos grises que llueve sin cabeza. Odio dormir con alguien al lado (y querer empujarlo hasta echarlo de la cama). Odio tener miedo. Odio tocar escayola... y los momentos en que no sé reír. Odio la gente que piensa que está de vueltas de todo, que te empuja, que te agarra, que te calla... Odio el mar negro; también la paja revoltosa. Odio los piratas de parche en el ojo, pero sin pata de palo. Odio las guitarras desafinadas y los dedos torpes. Odio el color naranja. Odio la gente que te fuma en la cara con sabelotodismo; las medias negras; los vestidos de flores. Odio los nubarrones que sólo están en mi cabeza; las niñas buenas; los sueños de sal y dragones. Odio los peces cuadrados, las faldas de lana, las horquillas de abuela. Odio las medias tintas, la falta de empuje, la resignación. Odio las bicis sin timbre y las escobas. Odio los hilos demasiado tensos y los pies en el suelo. Odio los crímenes sin motivos

- Debiste amarme más. - No creo que pudiese amarte más. - Entonces debiste amarme mejor.

Yo sigo dudando si pesa más el valor para marcharme o el miedo a llegar. Pero me voy. Atrás dejo más que imágenes. Dejo farolas encendidas y calles sin planchar. Venas hirviendo y calor de pelo y lengua. No olvidaré los peldaños que tiene mi casa, ni el tacto de las paredes que nunca logramos pervertir. Voy a correr (sin parar) para no pararme a pensar en las fotos, las risas, los dedos, el viento a favor. Me he prometido que voy a volverme valiente... pegarle a esa almohada huérfana de ti. Y continuaré caminando sin lastres ni miedos, sin penas ni culpas, sin yagas ......... sin ti. Ahora que las aes me salen como las de un cuento, he decidido colarme entre las tapas del más bonito de la ciudad.

No recuerdo, incluso siendo niña, un solo momento en el que deseara ser mayor (de lo que era). De hecho, aún hoy, me gustaría cerrar los ojos y volver, aunque fuera por unas horas, a esos días. Si había algo que me gustara de ser niña era la insignificancia. Ningún problema era realmente grave... Si te peleabas con una amiga... le decías: ya no te "junto"... y en menos de 24 horas... tan amigas otra vez. El mundo te parecía un lugar gigante, lleno de misterios y magia, porque, sí, creíamos en la magia... y en fantasmas (que salen de debajo de la cama, o de detrás de las cortinas)... y en héroes con capa y sin dimensiones. Cuando eres pequeña las cosas se resuelven desde las entrañas... si alguien te quitaba un pañuelo (sirva también bocadillo, lápiz, horquilla...) le tirabas del pelo o le dabas un pellizco en el brazo hasta que te devolvía lo que era tuyo... porque entonces, la hipocresía y la excesiva diplomacia no existían. Cuando pasaba algo que a tu parecer era malo

me siento torpe y entera, feliz, profunda y con botones, corazón sin hambre, cremalleras rotas (ya), soledad y rabia, dueña de mis dos almas (y media), manos sin apuros, temblores idiotas, ventanas sin cárceles, muros de pelusas, nostalgia parada, amante con colmillos, odiándote con aire caliente, vigilante de anchas veredas, urgida en uñas y estómago de milongas sangrantes. Ternura

Me encanta escribir después de un orgasmo... me siento etérea, transparente, pájaro... me siento wendy y alicia... me siento coño y nariz... y siento unas terribles ganas de salir a la calle desnuda... sólo con mis pulmones llenos y mis rizos alborotados (y puede que una bufanda al cuello)... y girar... girar bajo la lluvia y reír, o cantar... o gritar... y correr calle abajo con los brazos abiertos...con esa música que a veces parece que te suena dentro de la cabeza... y vaciarme... de todo... para que quepas... y robar unas flores... y follármelo todo: los interrogantes, los besos perdidos, los libros baratos, el árbol más raro de la ciudad, los límites de la gente estúpida, el aire embravecido, todas las bolas de cristal... y los teléfonos que arden esperando que los llamen...

"Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad es que encontrará pocas soluciones... Podrá parchear tal o cual relación, pero al final... volverá a pasar lo de siempre: que en un momento dado saltará en pedazos. como tantas otras veces. Porque una es como es, y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien. es casi... un combate perdido de antemano. así que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad. como los yogures. así sabríamos de antemano cuál es la fecha del final... y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas ni discusiones... nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo... ...(aunque, si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad es que nos permite seguir soñando con que... esta vez sí... ese yogur... pueda conservarse para siempre)."

Cuando me enfado, a veces, me pongo a limpiar la casa con la voracidad de una leoparda que ha dejado a sus cachorr@s sol@s para salir a buscar comida... Cuando me emociono, a veces, me pongo a dar saltos o volteretas en la cama como si tuviera 5 años otra vez... Cuando me deshago, cuando me pierdo, cuando siento que estoy encerrada, cuando dudo si me estaré poniendo yo sola zancadillas para luego caer en las trampas... subo a cualquier montaña y dejo que se me despeinen los rizos... y me doy cuenta de que si siempre que voy allí está el aire para acariciarme la piel, la punta de los dedos... nada puede ser tan malo.

ocurre a veces que se me olvida por qué no me gustan las sorpresas ocurre a veces que hay demasiada gente viviendo el amor con horario y freno echado... egoísmo despistado ocurre a veces que las cosas no funcionan con 'cuando yo quiero', 'como yo quiero' y 'si yo quiero' ocurre a veces que la forma es tanto o más importante que lo demás ocurre a veces que uno no se pregunta nada... (y el papel en blanco se va ensuciando) ocurre a veces que hay mil excusas antes que tú... y lo que no crece... mengua

Esta canción me pone de muy buen humor y me trae muy buenos recuerdos... y me parece una forma estupenda de empezar el primer fin de semana chaquetil... prometo soñar sin frenos...

La admiración y el respeto no se ganan ni a golpe de lengua, ni de explicaciones...

Por qué me voy y vengo... y me llevan y no te encuentro... y te lanzo piedrecitas desde lo lejos (lo más cerca que puedo)...porque soy muy cobarde, mucho, y tengo miedo a defraudarte... y no te conozco... y tú te subes... y yo dibujo y borro tus números varias veces...y me quedo quieta... y muda...imbécil sin escuchar tu voz... satisfacción barata de no quebrar la mía... .

-Nadie te quiere +/como yo -eres lo más importante de mi vida -lo que tú quieras -te echo de menos; a) aquí estoy muy solo b) tengo unos labios vacíos y nadie a quien besar -para mí eres perfecta -yo también te quiero

He soñado que te colabas en mi cama... que me respirabas en la oreja y entre las piernas... que me comías la boca y me lamías entera como un helado... he soñado que por una noche nos olvidábamos del tiempo, los relojes, las prisas, las dudas, las notas y las tapas de todo bocadillo... y sólo nos preocupaba que la vela no se apagara en el momento más inoportuno.

Hay que ver el miedo que da el miedo cuando el día está nublado y no tienes ni sombra... o la importancia de las preposiciones cuando no sabes si caminas 'hacia' o 'desde' ...

De begusa al tiempo... Quise mirar el mundo con tus ojos ilusionados, nuevos, verdes en su fondo como la primavera. Entré en tu cuerpo lleno de esperanza para admirar tanto prodigio desde el claro mirador de tus pupilas. Y fuiste tú el que acabaste viendo el fracaso del mundo con las mías. (A.G.)

Quiéreme de madrugada, quiéreme sin vallas, quiéreme de rojo, quiéreme con polla y corazón, y sin mucha cabeza... quiéreme hoy necesariamente y mañana sólo... quiéreme en el vacío, quiéreme con altavoces y con martes de silencio... quiéreme descreída quiéreme con vértigo quiéreme desnuda quiéreme belicosa y beligera conmigo desde el sofá hasta la encimera... quiéreme con pezones quiéreme con corset quiéreme con gemidos y... a deshoras... (el próximo año le voy a pedir a los reyes magos que me traigan un novio... o una noche con shakira... pero con peluca lila y liguero incluido... si no, no vale...jajaja)

Después de varios meses esperando (en el más absoluto silencio, todo sea dicho) con la misma ansia y mente turbada de quien espera el polvo de su vida... y con el inconmensurable miedo de haber puesto tantas ilusiones que el resultado final se me antojara mediocre y simplón... ayer por fin: llegó el orgasmo.

Unos dicen 'te quiero' cada día (casi por inercia), otros prefieren los gastados halagos tipo 'tienes unos ojos preciosos'; unos te agarran fuerte de la mano por la calle, otros te huelen el pelo sin querer cuando te abrazan... Los peores son los muertos... En boca cerrada no entran moscas (tampoco besos).

Escucho tu silencio. Oigo constelaciones: existes. Creo en ti. Eres. Me basta. (A.G.) ('¿y mañana?... ¿bastará?') las involuntarias notas mentales son de lo más odiosas... y sin embargo, me resulta casi imposible imaginarme sin ellas... hoy me siento toda ojos inquietos y rastreadores, toda nariz acelerada, toda uñas intermitentes... tengo ganas de vivir, pero VIVIR con mayúsculas, tengo ganas de gastar caminos como loca... y nunca he saltado al vacío, y nunca me he puesto liguero, y nunca he hecho un pic-nic inolvidable (de esos con mantel de cuadritos), y nunca le he pedido a nadie un 'abrázame', y nunca me he dejado el pelo largo, y nunca le he dado un puñetazo a un tío, y nunca he vuelto a dar volteretas en la cama, y nunca he hecho el amor en el agua, y nunca me han regalado un anillo, y nunca he sido ni un pelín cotilla, y nunca he dejado un libro 'olvidado' en el banco de un parque, y nunca me han besado bajo tierra... (¿qué cos

Nunca he entendido a la gente que entiende la vida como una tirada de dados donde sus movimientos son, cuanto menos, limitados... son seres de mármol que parecen aceptar todo tal y como viene y hacen las cosas sin ilusión: se asoman a una ventana con 'volets' sin ilusión, se compran un coche (para el que han estado ahorrando dos años) sin ilusión, tienen novia a jornada partida sin ilusión, sueñan que sueñan sin ilusión... en resumen, bucean por la vida con ficticias ilusiones mentales porque están tan vacíos, tan podridos o tan cagados de miedo que no saben sacarlas del papel y sentirlas... Son lo que yo llamo las personas-mina... porque tarde o temprano suelen acabar destrozando todo lo que les rodea... (sin darse cuenta o sin quererlo... pero sobre todo.... sin ilusión)

Voy bajando la cuesta con ruedas por todos lados se me han despeinado hasta las pestañas todos chillan despavoridos (yo también) se me ha escurrido el labio sin querer y se me han independizado los codos de repen te nunca había tenido las ingles en tanta tensión me agarro fuerte al sujetador descapotable sin dejar de mirar al chico con converse negras que me guiña el ojo al otro lado del río...

Les tuve tanto miedo a los 'te quiero' que acabé por decirlos con vacíos y desganas. Ahora les tengo tanto asco... que estoy empezando a pronunciarlos como quien se moja los labios para hinchar un globo.

Cuando las casualidades tienen en cada esquina una gominola y te empiezan a sobrar las agendas y hasta los espejos y quieres gafas de buceo y olas rabiosas y pezones duros y piel salada y respiras bleu volet y sueñas verde canoa y te ríes hasta de los pespuntes viejos de tu sombra.... ¿?

La verdad suele ser siempre más mediocre que la vida en montauk... y a mí me siguen dando ganas de empapelar la habitación con el estribillo que debería tener esta canción... "Put yourself in my plans"

Da lástima ver cómo te venden historias de paja y pan mientras tienes bombillas pudriéndose en el corazón ¿dónde irás cuando descubras que sin bes la vida pierde un algo? Relojes y condones caducados y ruidos con arrepentimiendo uñas y salivas en un coche sin gasolina cremalleras rotas y botes de colonia vacíos a tu piel se le van borrando los recuerdos; a la mía, el futuro.

Odio los portazos. También los 'te quiero' como excusa y los besos picudos y con algo de asco (aunque sea inconsciente o inevitable)

Me voy a poner mi mejor vestido y los tacones más altos que tenga (para mirarte mejor)... me dejaré los rizos volando y me voy a pintar los labios rojo intención... tú sólo tienes que acercarte, muy cerquita, tanto que las pestañas casi se nos enreden... y agarrarme por la cintura o por el cuello con la mano templada y junta... "me muero de ganas por bailar contigo, ya ves... no te preocupes de nada... que los fuegos artificiales los traigo yo de casa"... (y la música también) (y entre verduras y encurtidos... el pasillo entero nos miraba como si fuéramos nosotr@s l@s loc@s por bailar en mitad de un supermercado)

A Raquel el café frappé le recuerda a una persona a la que no le gusta su culo... igual debería dejar de tomar frappés...

I'm not French, I'm not a hippy, I'm not an athlete, I'm not a brain box, I'm not a good catch, I'm not a redhead, I'm not a whore, I'm not attainable, I'm not Miss boobs, I'm not a perfect housewife, I'm not a barbie... I'm not your barbie... If you're still interested... just dive on me!

¿No resulta curioso que cuanto más felices somos y más batiburrillo de pensamientos y sentimientos notamos por el esternón o por el ombligo más difícil nos resulta dejarlo escapar de manera congruente por la boca? Yo sólo sé que esta canción me hace sonreír y quiero tocar, oler, reír y remojarme en este sitio...

Y una aprende que querer a veces no basta, que la magia no existe fuera de cabezas con complejo de peter pan... que esperar que salga el sol no siempre funciona y que el mundo tiene algo de razón con eso de que segundas partes nunca fueron buenas. Y una echa de menos lo que hubo y lo que no hubo, incluso lo que antes no le habría gustado que fuera, porque la mente se convierte en un experto maestro de esgrima con una catana en la muñeca. Y una deja de buscar como hiciera antaño algún mensaje, alguna pista, algún bote salvavidas... porque una ha decidido auto-salvarse, porque no es lo más bonito, pero es lo más razonable y lo más sano, y sobre todo, lo más rápido. Y una acaba odiando los cuentos infantiles, los finales felices, las heladerías y hasta las esquinas desconchadas de la fachada de al lado de casa. Y los días se vuelven algo más asfixiantes, más rancios... y una rompe fotos y borra discos duros (o blandos, poco importa)... Y una sale a correr con los ojos cerrados. (igual es

Con el tiempo aprendes que no existen los príncipes azules y que tú no vas a ser la princesa de nadie. ¿Será verdad? ¿nos hemos vuelto un@s descreíd@s de todo? ¿hemos matado al "always"?

Un burro con moscas y sin sonrisas un nogal o un castaño (o tu meñique) viento con olor a nuevo, a sin estrenar, a carretera y manta (que ya va siendo hora) cadenas mortales a tan sólo 10 cm. del suelo tus brazos ahí ahora... y ahora también...

A veces me subo encima de la cama y bailo como si quisiera romper los muelles del colchón... me gusta que se me suba la falda hasta la nariz y que los rizos se mueran por enlazarse con las ramas de la lámpara hortera que eligió mi madre para el cuarto cuando tenía 5 años... me gusta coger la bici y girar y girar ruedas, pedalear con ansia y violencia como si quisiera que se me desencajaran los tornillos imaginarios de las rodillas... me gusta tumbarme en el suelo fresquito y simular el movimiento de las olas... o agitarme quasi espamódicamente al ritmo de un tambor... me gusta a veces el "masoquismo" de palmearme por todo el cuerpo hasta que me palpitan las yemas de los dedos... me gusta oler... olerlo todo... desde tu sudor hasta la despensa... me gusta echar la siesta los miércoles de lluvia y dejar la ventana entreabierta para ver si me cae alguna gotita en el ombligo...mmm... y hablando de ombligos... esta canción...mmm...

Me gusta la gente que no lleva relojes. me gusta la gente que es feliz, de manera inevitable, con las mayores insignificancias diarias. me gusta la gente que sabe que nunca sabe suficiente. me gusta la gente que no aspira a saber nunca lo suficiente. me gusta la gente que no tiene límites mentales de hierro forjado. me gusta la gente que sabe decir cosas tan espinosas a veces como "lo siento" o "perdón" o "te quiero" o "no te quiero". me gusta la gente que sabe aprender de los varazos del pasado sin llevar consigo la vara como recuerdo. me gusta la gente que sabe sonreír. me gusta la gente que quiere sonreír. me gusta la gente que se pierde por los caminos. me gusta la gente que está un poco loca. me gusta la gente que sabe que no va a poder cambiar el mundo y aun así, es lo suficientemente obstinada o inocente como para intentarlo. me gusta la gente que no monta dramas ni se pelea por tonterías. me gusta la gente que puede pasarse un día sin pro

Últimamente he esado pensando en analizar desde una óptica diferente la literatura (o será mi vida?): "Asomaba a sus ojos una lágrima, y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino, ella por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: ¿por qué callé aquel día? y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?" Conclusión: Que te jodan. P.D.: (me flipa que después de tantos años... me sigan grabadas tantas letras...)

Libertad no conozco sino la libertad de estar presa en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío (L.C.)

He aprendido lo importante que puede ser un minuto. He aprendido que a veces no merece la pena que te enfades (aunque lo hagas). He aprendido que porque a ti no te encaje el puzzle, el mundo no va a parar de moverse. He aprendido que la casualidad más estúpida, puede cambiarte la vida. He aprendido que porque alguien no te quiera como tú quieras, no quiere decir que no lo haga con todo lo que tiene... o incluso con todo lo que es... He aprendido que a veces resulta mucho más duro perdonarte a ti misma, que recibir el perdón del otro. He aprendido que las palabras no necesariamente acercan. He aprendido que las experiencias pueden haber influido en quien eres hoy, pero el coraje tiene la llave de quien serás mañana. He aprendido que no hay oportunidades perdidas, sino una mala elección de momentos. He aprendido que puedes llorar delante de otra gente (y también pedir abrazos) He aprendido que saber sonreír es más importante que tener razón. He aprendido que el tiempo no lo c

De noche, cuando estés dormido... me vestiré de heroína de cómic, me pintaré una potente y kilométrica raya con el eyeliner y dejaré a los rizos liarse a puñetazos con el aire.. me enfundaré un ajustado traje negro y unos tacones de vértigo y... saldré a recorrer con mi moto supersónica la oscuridad para salvar el mundo otra vez sin que nadie lo sepa... come on, boy!

Y una aprende que el orgullo a veces te salva de mediocridades, pero otras puede robarte las alas... que las risas y los chapuzones son más importantes cuando se van... que no se puede ir toda la vida a pecho descubierto y pretender que ninguna bala te alcance en el campo de batalla... Y una acaba aprendiendo que a veces los 'te quiero' más grandes (o los más jodidos) son los que te callas... o los que te permites pronunciar en momentos ridículos (como si de una producción masiva de donuts se tratara) para vaciar un poco la boca... y las ganas...