Preludio de tormenta. Demonios entre palabras.



Y una aprende que el orgullo a veces te salva de mediocridades, pero otras puede robarte las alas...
que las risas y los chapuzones son más importantes cuando se van...
que no se puede ir toda la vida a pecho descubierto y pretender que ninguna bala te alcance en el campo de batalla...

Y una acaba aprendiendo que a veces los 'te quiero' más grandes (o los más jodidos) son los que te callas... o los que te permites pronunciar en momentos ridículos (como si de una producción masiva de donuts se tratara) para vaciar un poco la boca... y las ganas...


Comentarios

Rubén ha dicho que…
te quiero...
La del Planeta ha dicho que…
Totalmente de acuerdo, precioso y preciosa la imagen. Siempre me dijeron que mi orgullo era lo que me iba a matar o salvar, nunca se sabe, a veces hay que saber tirarlo al mar y otras no.
marmotilla ha dicho que…
Del orgullo, mejor no abusar. Y con las balas, cuidado.

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