A veces (primera parte)
A veces miro atrás y veo renuncias.
Y...
lo cierto es
que no siempre sé cómo me siento respecto a ellas.
La cuestión no es querer o no querer, la cuestión es cómo hacerlo
Quiéreme de madrugada, quiéreme sin vallas, quiéreme de rojo, quiéreme con polla y corazón, y sin mucha cabeza... quiéreme hoy necesariamente y mañana sólo... quiéreme en el vacío, quiéreme con altavoces y con martes de silencio... quiéreme descreída quiéreme con vértigo quiéreme desnuda quiéreme belicosa y beligera conmigo desde el sofá hasta la encimera... quiéreme con pezones quiéreme con corset quiéreme con gemidos y... a deshoras... (el próximo año le voy a pedir a los reyes magos que me traigan un novio... o una noche con shakira... pero con peluca lila y liguero incluido... si no, no vale...jajaja)
Comentarios
Hay renuncias que te abren las puertas de un paraiso.
Hay renuncias que implican una perdida irrecuperable.
las renuncias a veces son inevitables... lo sé... pero me da rabia tener que convivir con ellas...