No soy buena constructora

Dicen que el amor (entendido como atracción o pasión) dura 3 años (y eso siendo optimistas)... Supongo que tras ese período toca hacer las maletas y pensar si llamas a una nueva puerta o te mudas de planeta durante una temporada lo más larga posible... a fumar porros como una posesa y pintarte la raya del ojo muy muy negra para meterte bajo las piedras y matar mundos paralelos con la rabia que da el fracaso...
Debo reconocer que siempre me ha dado pánico esa barrera imaginaria que es más como una ruleta rusa... como una jodida puerta sorpresa de un programa estúpido que te llevará a descubrir si hay luz verde tras el pomo elegido y resulta que has construido una "base sólida" (y lo suficientemente bonita) como para poder y querer seguir poniéndole pisos encima, o si, por el contrario, la suerte ha querido que llegues a un 'cul de sac': la relación no es más que buenos polvos o embobamiento químico a doble o nada.
Caricias, sorpresas, 'claro que sí', 'te quiero'... el principio siempre es inevitable. Con orgasmos de por medio es fácil ver el espejismo de la manida compatibilidad de caracteres... pero y luego qué? qué más se necesita?: un proyecto de vida en común? idearios similares?hablar? entenderse? simplemente aceptarse?
Y si no...: borrar al otro y seguir como si nada hubiera pasado?
Yo estuve con un tío al que no quería ni un poquito (porque por aquel entonces pensaba que yo era un ser extraño incapaz de sentir eso que llaman amor por nadie) y aprendí que una no puede forzar lo que siente (o en este caso, lo que no siente). También hubo otro al que simplemente le tenía... cierto cariño y aprendí que una puede tener buen sexo sin corazones de por medio. Con otro, quizás el más duro, aprendí que la ciencia no tendría que estudiarme por ser fría como un témpano: yo también caí... (también que lo mejor es ser tú misma, porque evitarle las posibles decepciones presentes a la otra mitad, no te salvará de las futuras tuyas propias)... Del que menos quiero acordarme es del que me enseñó que ni quererse hasta con las pestañas (ni la máxima compatibilidad de caracteres) es suficiente a veces... *

Evidentemente con ninguno superé esa barrera... y lo que es más triste: con ninguno tuve nunca la esperanza o la impresión de llegar a superarla algún día.

*(no están todos los que han sido, pero sí han sido todos los que están)