Laberintos en servilletas en los que (me) pierdo


 El miércoles por la noche mi hermano me regaló el último libro de Paula y claro, me lo tuve que comer a besos.
 Y recordé la sorpresa que me llevé cuando un casi-desconocido me regaló el primero, un mes de diciembre, diciendo: yo estoy muy loco, pero... esto es para ti.
 Y me dejó boquiabierta, sin palabras y coloradísima. Tuve que huir, claro está.
 Ayer, cené en una cervecería a la que no entraba desde enero. Iba con la persona que me descubrió el sitio y...como esa persona ya no está... pues yo no iba.
 Y ayer fui. Y fue raro.
 Y me acordé de servilletas dibujadas y besos de sopetón y setas. Y sobre todo, de risas y distancias que no.
 Y me sentí un poco triste. Y también me dio indigestión.
 Y más o menos como dice la canción a las 5 de la mañana me desperté y estuve un rato sentada en el sofá, en bragas y rizos, y con cara de flan, mirando no sé muy bien dónde y pensando en no sé muy bien qué como si se hubiera hundido mi barco o mi cabeza fuera una casa vacía.
 Y empecé mi libro... y me empapé de azules.
 Y escribí tonterías... y pensé si es posible no envenenarse de palabras perdidas o si se puede querer besar unos labios incorrectos sin equivocarse.
 Y entonces recordé la última vez que nos vimos (que no la última que nos miramos)... que se antojaba temporal... pero parece definitiva.
 Y el último abrazo que nos dimos en aquella esquina todavía dura, si cierro los ojos muy fuerte y de repente das calor.


Comentarios

Darío ha dicho que…
Empapada de azules te imagino...
begusa ha dicho que…

darío: sácame de dudas.. qué tal me sienta el azul?
;)
dEsoRdeN ha dicho que…
Paula por aquí, Paula por allí...

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