That's the way babe

 Una vez conocí a alguien.
 No tenía rizos. Ni tamaño pin y pon.
 Pero no me habría importado que me despertara cada mañana.
 Que se riera viéndome hacer mis estiramientos en el suelo
 o que se uniera y acabáramos los dos enredados entre rizos y carcajadas
 Igual hasta le habría dejado que me viera lavándome los dientes
 (no dejo que nadie me vea en esos momentos.como si fuera algo importante.)
 Le habría dado besos bajo la lluvia de la ducha.
 Él habría preparado el desayuno (porque los hombres buenos hacen eso)
 y él era un buen tipo.
 Le habría tocado el culo antes de salir de casa.
 Si me hubiera mandado mensajes de amor al móvil (pero mensajes buenos, eh?... nada empalagoso. pueden ser estúpidos, pero no babosos)... me habría derretido. Porque los mensajes de amor por escrito tienen ese efecto.
 Me habría gustado que fuera espontáneo, pero como los hombres rara vez lo son (y menos cuando pasa el tiempo). No me habría importado: soy una mujer con recursos.
 Habría pasado a recogerlo con el coche. Lo habría aparcado en doble fila un momento.
 Habría entrado en su despacho y lo habría enganchado por la corbata. Le habría dado un beso (de esos que provocan erección instantánea y sonrisa de idiota) y le habría enseñado el nuevo conjunto de ropa interior que le esperaba esa noche (o le habría hecho una mamada. a veces me cuesta eso de esperar)
 Iríamos y vendríamos. A veces junt@s, a veces por separado. Pero siempre cogid@s de la mano.
 (No sé si me explico)
 Habríamos jugado.
 Igual lo habría querido toda la vida.
 Igual él a mí también.
 Habría sido una bonita historia de amor.
 O eso me gusta pensar a mí.