DESEOS IMPERECEDEROS
Últimamente, no sé si por el calor o por las hojas que entran a veces por la ventana, me ha dado por rescatar algunas series que me acompañaron en algún antes. Ésta en concreto me regalaba ilusión y me hacía sentir un poquito menos rara en el loco mundo adolescente-hormonal. Hace tiempo que buscaba mi sitio. Desde entonces sé que mi sitio estará donde quiera que mis pies decidan llevarme.
(Y sigo derritiéndome al verte, David. ais)
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Saludos.