Cetáceo mío


Hoy he tirado un horario de buses Cornellà-El Prat que ni siquiera sabía que tenía por casa.
Y la copia de las llaves metamórficas y psicodélicas de una casa a la que huiste a esconderte porque te ardía la felicidad entre las manos y creías que ibas a quemarte.
Nunca supiste cómo atinar.
Serás fuerte y valiente.
Pero torpe como un calamar.
Tengo un pincho que lleva tu nombre.
También tengo un vídeo en el que no sales (mejor) Y se oye tu voz. esa voz que prometió aguardar con calma a que me creara yo misma cada mañana.
Pero no supo.
Imagino cómo será ahora tu mirada: llena de rampa y de dientes.
La ira sobre tu piel. y se te saltan las cuerdas de la guitarra cada vez que vas a cantar mentiras.
Con tanto resentimiento y tanta lanza... ¿se te habrá olvidado desear?
No tienes nada que decir. estás mudo. muerto de miedo. a calambrazo vivo ante la belleza de un mundo que nos hace distintos. únicos. irrepetibles.
Divisarse, aproximarse, conectar. Es magia.
Y ese jersey, cetáceo mío, te queda grande.





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