Caperucita se saca las bragas y los miedos a bocaos



 Ella tenía 11 años y él treinta y tantos.
 Ella llevaba bragas blancas de algodón y él dientes afilados.
 Y pasó lo que tenía que pasar... que se le comió la inocencia.
 Porque hay marcas que no se ven, pero están.
 Y es de valientes acariciarlas mientras te corres o te enfadas.
O gritarle al mundo entero lo que te salga del coño
cuando te dé la real gana.
Que las caperucitas se sacan los miedos a bocao limpio.


Comentarios

dEsoRdeN ha dicho que…
Justo sobre los mierda-miedos escribía hace un rato; aaagghhhhhh, qué rabia dan!
begusa ha dicho que…

desorden: rabia y hasta asco... pero no nos queremos sacudir sus cicatrices porque... al final forman parte de nosotr@s ;)

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