quiero volver a viajar

 

A veces crees que haces todo bien, pero no es cierto.

O te esfuerzas al máximo, pero no llegas.

O llegas y sí, lo haces todo bien… y aun así, no es suficiente.

Me educaron en la (cruel) creencia de que ‘querer es poder’, de que si te esfuerzas lo suficiente puedes conseguir lo que quieras.

Pero esto, como casi tod@s sabéis, no es así. y no siempre es culpa nuestra (y aun así, cómo aprieta… la culpa, digo)

Lo que pasa es que cuesta mucho aceptar esto: que hay cosas que escapan a nuestro control. Y que a veces una de esas cosas son los cimientos sobre lo que se construye lo demás.

Este mes hace 9 años que acabó mi otra vida.

Recuerdo estar en una sala llena de gente a la que no conocía. Recuerdo estar aturdida entre papeles y agujas, confusa…

Y recuerdo ponerme a llorar ahí mismo como lo hacen los niños, de una forma inevitable y pura.

(No supe gestionarlo de otra manera)

En aquel momento (y durante estos años) nunca pensé que pudieran pasar más cosas. Era como si mi mente se hubiera convencido de que había cubierto cupo y que lo siguiente le tocaría a otr@.

Ahora estoy esperando otra vez. Y, al contrario que hace nueve años, no estoy nada preocupada ni aturdida 

(Sólo un poco triste. Por lo de que le desaparezcan parcelas a la vida)

Siento que cada escollo me aleja más de l@s demás. Es difícil que l@s otr@s lo entiendan. Sé que creen que sí. Y sé que se esfuerzan. Pero no (y no es culpa suya. ni culpa mía. Y qué jodida esa sensación de estar al otro lado de un muro que arroja sombras y frío. para ambas partes)

Pero cada escollo también me aleja más de mí. de la yo del presente. de la yo con espacio en el futuro. de algunas de las palabras o los movimientos que me definen (o con los que me reconozco)

Y mientras tanto, me quedo con los ruiditos de Ada, con la ciclación de la glucosa, con el calorcito de los rayos de sol en la espalda, con un chocolate caliente o la actividad eléctrica de una mimosa, con los ratos en la terraza de una casa de barrio donde me alimenta ver a l@s que quiero.

(Y con los sueños, que los sigo teniendo… y que no se acaben)