Foto-fobia?

No me gustan las fotos. Casi nunca dejo que me las hagan. Y desde luego nunca me las hago con gente. menos aún con gente importante. ¿por qué?. puede que sea por el tiempo. el tiempo siempre pasa. y supongo que soy demasiado infantil todavía... o cobarde.. como para ver fotos de cuando fui feliz con alguien. no puedo evitar sentir que ya sólo queda eso. papel en cajones. esto nunca ha supuesto un problema. porque nunca he tenido ni cámara de fotos. ni ganas conjugadas en presente de abrazar a alguien y que salte el flash. aunque a veces aparecen personas que te joden el tinglao. porque no hacerse fotos con él sí supone un esfuerzo enorme.


Comentarios

la chica de las biscotelas ha dicho que…
a mi una vez me dijeron que no querian hacerse fotos conmigo para no generar recuerdos... creo que nunca dejar de hacerme fotos (y suelo ser un poco fotofobica por lo de antifotogenica) me supuso mas malestar...
Sally ha dicho que…
Una solución es hacerse fotos con alguien pero con una fina línea de separación de tal forma que si no duele, puedes conservarse íntegra y si hace más pupa de la debida, con cortar por la mitad la foto basta.
Bellota ha dicho que…
Yo tengo algunas fotos que ya no miro. Es cierto que algunas veces los recuerdos duelen... tanto que provocan náuseas.
dEsoRdeN ha dicho que…
A mi me encanta hacerlas, pero cuando salgo yo, nunca sé qué cara poner XD
begusa ha dicho que…
lachicadelasbiscotelas: si venía de alguien semejante a mí... tómatelo como el mayor de los piropos
sally: no lo había pensado... voy a comprarme un palo enorme blanco para ponerlo entre nosotr@s mientras nos abrazamos...jajaja
bellota: algunas puertas no se quieren cerrar... otras, simplemente, no se puede... (y una cosa no quita necesariamente la otra... y desde luego no en mi caso)
desorden: jajaja... no sé por qué me acabo de acordar de cómo he hecho la imbécil esta mañana en un ejercicio intentando hacer reír a una compañera (ahora... se ha reído con ganas)
besitos cansados,
alex ha dicho que…
Me ocurre lo mismo, odio que me hagan fotos. Sin embargo, adoro hacerselas a la persona que quiero. En realidad no se trata de un modo de retener el tiempo tanto como de satisfacer un deseo íntimo. Luego, cuando estoy lejos, miro esas fotos y aunque no dejan de ser fotos, la siento más cerca. La magia debe ser algo parecido.

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