la mujer que re-inventó Montauk

- Alexandre, j’ai peur. - De quoi? - De la brune que tu ne vas pas toucher… - … - Moi tu me touches, mais tu ne me vois plus. - … - Qu’est-ce qui nous arrive? - C’est la faute de personne. C’est la faute du temps qui passe.

Ring-ring, una voz de arroz y polvo cósmico me ha escupido por el maldito teléfono Estoy quemando las esquinas de mi bobilla azul antes de que me convierta en pompa de jabón Quiero taladrar un agujero en la pared espiar al loro del vecino haciendo striptease ingerir chocolate hasta ver el mundo desaparecer para poder pintarme la lengua con aguarrás Y dejarme crecer el ombligo tal vez un día me asome y me absorba si más… ¿Qué les voy a decir, señores? No le puedo culpar.

Hubo un tiempo en el que aún veía a mi padre subido a un pedestal en el que nadie me dejaba llorar bajo la lluvia en el que siempre había un abrazo disponible sin excusas Recuerdo cuando escuchaba esta canción en el salón de casa con mi jersey de lana rojo favorito y un largo lazo rosa colgando del p elo cuando la sonrisa raramente se borraba de mi cara cuando ni siquiera sabía lo que decía esta canción Añoro esa época en la que no tenías que tener miedo de nada porque sabías que siempre habría alguien para salvarte echo de menos esa sensación de atreverse a tener la cabeza por las nubes y cada vez que escucho esta canción me pongo triste sin saber por qué It’s like a heartache, nothing… but a heartache Y sé que desde entonces ha llovido demasiado. y me gustaría creer en tantas cosas… Me doy cuenta de que la vida me ha puesto pruebas difíciles y yo siempre he creído salir victoriosa porque una vez tras otra siempre conseguía levantarme Y no era consc

Qué triste es ese dejar colar unas cuantas notas rabiosas entre las teclas y entre los labios a golpes de pestaña y resignación, sabiendo que de vez en cuando y, sobre todo cuando importa, 1000 palabras nunca bastan y tú... no encuentras una sola razón.

La vida puede ser una frase o un punto y a parte.

No tengo a nadie que me preste su abrigo que me quite la ropa ni que sude conmigo Nadie quiere perder la calma ni decirme esas cosas que nadie me ha dicho No ha venido nadie a prestarme sus alas...